Decinos que no sirve luchar…

La medida alcanza también a otras radios comunitarias del país. Al momento fueron entregadas las licencia a: FM La Tribu (Capital Federal), Radio Sur (Córdoba), Aire Libre (Rosario) Tinkunaco (José C. Paz), Chalet (Santa Fé) y Estación Sur (La Plata). Esperamos con atención una pronto definición para el resto de las radios que se presentaron al concurso, según la resolución 4951.

Con emoción recibimos esta noticia, que sin dudas marca un hito en la historia de nuestro proyecto y de la comunicación comunitaria. Nos señala un rumbo y nos pone en el compromiso de seguir construyendo comunicación como un derecho humano.

Conquista colectiva

Desde nuestros inicios luchamos para ser reconocidos por el Estado. Esta licencia no es un premio, ni simplemente un concurso ganado. Es un derecho que conquistamos junto al movimiento de medios comunitarios, alternativos y populares en Argentina y en Latinoamérica.

De esta manera se ratifica una legitimidad construida durante más de tres décadas en el Oeste del conurbano bonaerense. Esto fue posible gracias al compromiso, el trabajo y la militancia de aquellas y aquellos que pasaron por este proyecto. Nos enseñaron a no bajar los brazos.

Tampoco esto se hubiese logrado sin el apoyo de vecinxs, oyentxs, organizaciones sociales e institucionales locales que además de ser parte de nuestro aire, estuvieron en cada una de las acciones que llevamos adelante en esta pelea por el derecho a la comunicación.

Hoy somos una cooperativa de trabajo que gestiona una radio, además de otros proyectos comunicacionales y culturales. Desde el principio reclamamos por un marco normativo que nos reconozca como una actora válida del campo de la comunicación. Por ello, junto a diversos referentes de la sociedad civil, militamos la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual 26.522 y desde su sanción en el 2009, peleamos por su cumplimiento y plena aplicación.

Concentración disfrazada de pluralidad

Las autoridades del ENACOM entregan licencias para enmascarar, bajo el concepto de pluralidad de voces, la concentración mediática que ellas mismas se encargaron de fomentar y de facilitar a partir del desguace de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (2009). Es el mismo organismo que permitió al Grupo Clarín fusionarse con Telecom y convertirse en uno de los grupos empresarios más grandes de Argentina. Palabra más concentrada y más mercantilizada.

La historia la inició el propio Mauricio Macri, a días de asumir su mandato, cuando comenzó a desplegar su política de decretos y marcó el retroceso en materia de desregulación de la concentración y de la pluralidad de voces.

En ese momento, producto de la memoria colectiva que late en nuestro proyecto, decidimos dar pelea ante la justicia argentina. Presentamos un amparo para que se deroguen dichos decretos. En la actualidad, este reclamo se encuentra ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La concentración sigue y se acumula también gracias a la discriminación en la distribución de la publicidad oficial y la discrecionalidad en su reparto. Vivimos el ejemplo local. Morón es una de las pocas ciudades en el país donde existe una regulación de la pauta oficial. Sin embargo el actual gobierno, desde que asumió, nos niega el derecho a recibir el porcentaje de la publicidad estipulado para los medios comunitarios. Con el agravante que el destino de esos fondos públicos, tampoco es claro.

En medio de esto, seguimos reclamando por la plena ejecución del Fondo de Fomento Concursable (FOMECA) que establece la 26522 y está en vigencia. El ENACOM, no ejecuta los montos correspondientes, retrasa los llamados a concurso y pone trabas en las rendiciones. La deuda con el sector de los medios comunitarios asciende a más de $1000 millones. Es dinero que el Estado no distribuye y mucho menos informa en que se lo gasta.

Decinos que no sirve luchar…

Y la pelea continúa. Por eso, junto al espacio de Interredes (integrado por AMARC, FARCO, RNMA, CONTÁ, RED COLMENA, entre otros/as), reclamamos el pago y el llamado a los Fondos de Fomento Concursables, el reconocimiento legal de todos los proyectos audiovisuales que quedaron afuera de este proceso de normalización, y la reserva del 33 por ciento del espectro radioeléctrico para los sin fines de lucro. Además del cese de la persecución contra los medios del sector.

Tras 32 años de existencia, seguimos trabajando por la democratización de la comunicación. Estamos convencidos convencidas de que la comunicación es un derecho y no una mercancía. Sin medios comunitarios, no hay democracia.