Este 17 de octubre se cumplen 10 años de la aparición del cuerpo de Luciano Arruga, enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita, luego de estar cinco años y medio desaparecido. En enero de 2009, la Policía Bonaerense de su barrio en Lomas del Mirador (La Matanza), lo torturó, asesinó y desapareció por haberse negado a robar para ellos. Su cuerpo fue encontrado producto de la lucha de familiares y amigxs.

El Espacio Luciano Arruga llevará a cabo la jornada “Luciano Arruga PRESENTE. ¡Que arda!”, este sábado 19 de octubre en la plaza Luciano Arruga (Perú y Pringles, Lomas del Mirador), para mantener viva la llama de su memoria y de la lucha contra la impunidad.  

El evento empezará a las 15hs y consistirá en una radio abierta donde se hablará sobre el contexto económico y represivo actual, y se denunciarán los intentos que el gobierno para bajar la edad de imputabilidad a 13 años. También habrá música en vivo y una feria vecinal donde los y las vecinas podrán traer un paño para exhibir sus productos.

 

“Los 17 de octubre son un día de la lealtad a la impunidad, y este año en particular se cumplen 10 años desde que le arrebatamos al Estado argentino un cuerpo”, define Matías Bregante, referente del Espacio Luciano Arruga. La fecha también coincide con la aparición del cuerpo de Santiago Maldonado en 2017, asesinado por la Gendarmería Nacional bajo el mando político de Patricia Bullrich.

Para definir lo que le hicieron a Luciano, sus familiares y amigxs prefieren hacer referencia a represión estatal, más que a violencia institucional, porque “para desaparecer a una persona no se necesita solo un grupo de policías que cumplen a rajatabla con la manera en la que fueron entrenados, sino que también hace falta un aparato judicial y político que haga la vista gorda y encubra a los responsables”. 

A 15 años sin Luciano, no hay ni un solo policía imputado por su desaparición. El proceso judicial sigue en etapa de instrucción. Familiares y amigxs aún aguardan un jury de enjuiciamiento a los responsables judiciales de garantizar la impunidad de los policías. El juez de garantías Gustavo Banco y las fiscales Celia Cejas y Roxana Castelli son los señalados por trabar la causa y encubrir a los responsables. El único que recibió una condena fue el policía Julio Diego Torales, por torturas cometidas contra Luciano en 2008, meses antes de que lo desaparezcan. 

El aparato represivo del estado se va aceitando y perpetuando año a año y siempre son las poblaciones empobrecidas las que reciben esa violencia” dice Matías, y agrega que la represión estatal no tiene forma solo de violencia directa, sino que es una construcción de todos los partidos políticos que desoyen las demandas de los sectores más postergados, los condenan a la carencia de sus necesidades más básicas, y hacen la vista para otro lado cuando las fuerzas del estado los reprimen. 

El contexto actual es terrible, porque gobierna una fuerza política que ha decidido ir por todo, pero es consecuencia de una construcción de políticas represivas por años donde todos los partidos políticos han colaborado. Solo cambia la dureza, el andamiaje represivo es el mismo”, concluye Bregante.