El decreto 70/23 emitido por el Poder Ejecutivo apunta directamente contra las farmacias de barrio. Mediante la modificación de la ley 17.565, elimina la exigencia de que “los medicamentos denominados de venta libre y de especialidades farmacéuticas, cualquiera sea su condición de expendio, sólo podrán ser efectuadas en todo el territorio de la Nación, en farmacias habilitadas”. Es decir, habilita la comercialización de medicamentos de venta libre en la vía pública, kioscos y comercios.
El mega decreto desregulador del gobierno de Javier Milei reaviva un conflicto que ya tuvo su capítulo en el 2015, con Mario Quintana en la vicejefatura de gabinete de Mauricio Macri. Esto es, el ingreso de las cadenas farmacéuticas en la Provincia de Buenos Aires.
La ley 10.606 establece que las farmacias en territorio bonaerense deben ser mutuales, también sociedades de responsabilidad limitada (una sociedad entre dos farmacéuticos) o sociedades en comandita (en la que se asocian un farmacéutico y alguien que aporta capital).
En el 2012, Quintana le inició a la provincia un juicio para cuestionar la ley 10.606 que impide al fondo Pegasus desembarcar en la Provincia. Quintana es fundador del fondo y propietario de la cadena Farmacity. Pegasus tuvo como director a Sebastián Caputo, primo segundo de Luis Caputo.
Además del modelo de propiedad, otro de los puntos tiene que ver con el territorio. La norma establece la obligatoriedad de instalar una farmacia a 300 metros de otra y de acuerdo a la densidad poblacional. El espíritu de la ley es construir una red de farmacias equidistante, que facilite el acceso de la población a su medicamento, sobre todo en los lugares más alejados de los centros urbanos.
Guillermo Bideberry, tesorero del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires, se refirió al decreto. “Los grandes capitales no duermen, descansan y han trabajado para este DNU. Las concentración siempre es perjudicial para las farmacias de barrio. Las grandes cadenas tiene una forma de atender tipo farmashopping donde mezclan las papas fritas y el chocolate con el medicamento para el colesterol. Son empresas que nadie conoce cómo es su conformación societaria. En cualquier farmacia de barrio todos saben quién es el farmacéutico y sus empleados. El modelo de salud y el modelo de país que los farmacéuticos proponemos dista mucho de lo que pretenden los diez empresario poderosos que seguramente redactaron este decreto”.
Al cuestionamiento que interpuso Quintana en su momento, la justicia determinó que la ley provincial regula a la farmacia como un servicio de utilidad pública y una extensión del sistema de salud. El fallo también indicó que la propia constitución bonaerense considera que el medicamento integra el derecho a la salud.
El punto es que cuando Quintana asumió como parte del gobierno macrista, elevó una queja a la Corte Suprema de la Nación. Recién en el 2021, la Corte nacional determinó que “el legislador local ha ejercido sus facultades en forma razonable, basándose en principios de salud pública, ampliando la protección de los pacientes”.
Farmacity está presente en 15 provincias con más de 300 locales y con cerca de 7.000 empleados de los cuáles, menos del 10% son profesionales farmacéuticos y una plataforma online que ofrece productos con marcas propias. ¿Cuál es el Caballo de Troya que Farmacity utiliza para ingresar a la Provincia?: Simplicity.
El decreto de Milei promueve la automedicación
Otro de las puntos que preocupa a las y los Farmacéuticos tiene que ver con la vía libre para la comercialización de medicamentos. Al respecto, Guillermo Bideberry sostuvo que “si el Estado dice que el medicamento es de venta libre y se puede comprar en cualquier lado, está diciendo que no tiene ninguna contraindicación, que es casi como una golosina“. Argentina es el país en Latinoamérica que más se automedica. Se estima que se producen por año 20 mil muertes por el uso de medicamentos sin prescripción de un profesional. De esa cifra, cerca de 5 mil se dan por el consumo de ibuprofeno.
En este sentido, Bideberry señaló que “las guardias están llenas de gente que llega por una intoxicación medicamentosa” y agregó que “si yo acerco el medicamento a cualquier punto y encima con las publicidades les decimos a la gente que para cualquier hecho hay que tomar algo, estamos induciendo a la medicación. La vida no se medica. Si uno está contento no toma antiespasmódico”.
¿Baja el precios de los medicamentos?
Desde la lógica libertaria, desregular el sector farmacéutica tendrá un impacto en los precios de los medicamento. Este es otro de los puntos que cuestionan las y los farmacéuticos que la semana pasada realizaron una jornada de protesta.
“No hay ninguna posibilidad de que los precios bajen”, aseguró Bideberry. “Los precios los fija la industria. La farmacia los recibe con el precio de compra y el de venta. Esto lo único que va proliferar es la venta en cualquier lado. También va a inducir la falsificación e incentivar el robo de medicamentos. Lo que no va a ocurrir es que los precios bajen”.