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Susana Aranda, integrante de los vecinos autoconvocados contra Parex- Klaukol y querellante en la causa por la contaminación que la empresa genera en Virrey del Pino, fue agredida por unas personas que la obligaron a ingerir un elemento altamente contaminante. “No es la primera vez”, advierte Susana en comunicación con En Tránsito. “Esta es la amenaza número diez o veinte. Incluso, me han roto huesos. Esta vez me interceptaron a una cuadra y media de mi casa y me dieron a ingerir dos baterías grandes. Eran más pero alcancé a tragar dos porque otra me quedó en la garganta”.

Desde el año 2009, lxs vecinxs de Las Mercedes, vienen denunciando la contaminación de la trasnacional Parex – Klaukol (Leer “S.O.S KLAUKOL MATA”). “Lo que yo quisiera es que paren de contaminar. No importa lo que a mí me hagan , acá hay chicos. Nosotros no tenemos otra opción porque si vendemos nuestra casa no tenemos donde ir”. Susana Aranda cuenta que aquel barrio de Virrey del Pino está formado por 300 familias de las cuales 226 firmaron la demanda contra la empresa por la contaminación.

 

La agresión ocurrió el jueves pasado cerca de las 9 de la mañana y, según denunció la mujer, vino de parte de la misma persona que la había amenazado años atrás. “Con una impunidad total”, dice Susana. “Ya van dos veces que este señor me hace el barullo de hablarme. Esta vez fue feo porque tenía un arma. Era una 9 milímetros en mi estómago y me dio a elegir: ‘Plomo en el estómago o tragaba las baterías'”.

 

“Hasta ahora lo único que logramos es golpes, palos, amenazas”, repasa Susana la lucha de lxs vecinxs autoconvocados contra Parex- Klaukol. “Es algo grotesco porque yo ya no creo en ninguna institución porque hicimos todo lo que teníamos que hacer. No hay forma. Ya no entiendo. Ni los jueces federales, ni el municipio, ni este gobierno, ni el anterior. Para todo el mundo la prioridad es facturar y la vida humana viene después“.