Vendedores ambulantes de Ramos Mejía se movilizaron durante la mañana de éste lunes 25 de septiembre. Fue en reclamo a los  desalojos y el secuestro de mercadería que vienen sufriendo desde principios de mes. La marcha partió desde Av. Rivadavia y Av. de Mayo hasta la comisaría 2da de La Matanza y a la Regional descentralizada Noroeste.

El origen del conflicto se encuentra en los reclamos que organizaciones vecinales han hecho al municipio. Vecinos de Ramos Mejía denunciaron públicamente que se han incrementado los hechos de inseguridad, sobre todo en la modalidad de salidera bancaria. Asociaciones vecinales tales como “Vecinos alerta Ramos Mejía” solicitaron mediante un petitorio que se desaloje a vendedores de la vía pública que se ubiquen a 200 metros a la redonda de las entidades bancarias.

“Basta de criminalizar el trabajo” y “El trabajo es un derecho” son algunas de las consignas que levantan trabajadores del espacio público durante la movilización. Es que la asociación arbitraria entre inseguridad y manteros es lo que indigna. Fundamentalmente cuando la respuesta institucional – municipal es el desalojo y el decomiso. 

Desde la organización “Vendedores Libres”, manifiestan total repudio con las respuestas del municipio y con el accionar policial. A su vez afirman que tales hechos de inseguridad no existen y que se trata de una acción de campaña. En diálogo con FM En Tránsito,  Omar Guaraz (representante de Vendedores Libres), afirma: “Esto se da en un contexto electoral donde distintos intendentes siguen con esta lógica de declarar a los más de 250.000 trabajadores del espacio público como vendedores ilegales, lo cual ya es una definición política”.

Vendedores, manteros y trabajadores del espacio público comenzaron entonces un plan de lucha. Durante esta primera jornada intentaron entregar un petitorio a las autoridades municipales, pero no fueron recibidos. Al no tener respuestas, confirmaron que realizarán una nueva movilización el jueves 28 de septiembre. Ya no a Ramos Mejía, sino a la sede municipal de San Justo.

Gentileza: El 1 Digital, portal web.

El oficio de la manta

“Si un mantero no trabaja un día, no come” afirma Guaraz acerca del trabajo de la venta en la vía pública. En relación al conflicto en Ramos Mejía -que ya lleva más de 20 días de operativos policiales- la situación se agrava. El trabajo de venta en la calle es un negocio que requiere de inversión permanente para actualizar los productos y que se vendan rapidamente. A su vez, depende de contingencias tales como los días de lluvia o el flujo de dinero según la época del mes.

Si a estas circunstancias se agrega la persecución policial y el decomiso de mercadería, entonces el trabajo se complica doblemente. “La crisis es tal que cuando más necesitas menos se vende y eso golpea mucho a los informales”, concluye Omar Guaraz. El informal, un sector que a pesar de brindar un servicio para los sectores más desfavorecidos (quienes venden y quienes compran), no termina de ser reconocido. Y de manera cíclica, cada cierta cantidad de tiempo es puesto en la mira.

Nucleados en organizaciones, con estrategias de convivencia o mediante proyectos de ley u ordenanzas, el sector ambulante busca una estabilidad. Lo que prima es el derecho al trabajo, como inalienable e indiscutible.