Este 1 de julio se cumplieron 20 años de la recuperación del ex Centro Clandestino de Detención Mansión Seré, ubicado en Castelar, para ser un espacio de memoria. A la par, se creó la Casa de la Memoria y la Vida, que funciona en el mismo predio. Se trata del primer centro clandestino recuperado en Latinoamérica.
En diálogo con Todo Otra Vez, Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, destacó la importancia de convertir el lugar en Espacio por la Memoria y mencionó que fue una “decisión valiente en ese momento de hacer un trabajo sobre la memoria que hasta el día de hoy tiene sus frutos, pese al gobierno que en los cuatro años quiso minimizar el espacio”.
Norita remarcó además que la ex Mansión Seré “es un lugar que tiene un significado muy fuerte” para ella. “Yo pasaba muchas veces por ahí mirando, queriendo ver quienes estaban ahí, hasta que un día me metí haciéndome que era una vecina que quería comprar el predio. Me fui hasta el fondo, me arrimé a ese lugar donde estaba la ventana del sótano. Yo sabía que ahí había gente secuestrada”, contó y recordó que ahí en el lugar tuvo un diálogo “muy insistente y en voz alta para que me escuchara la gente que estaba ahí adentro y que supiera que sabíamos que ellos estaban en ese espacio. Fue muy fuerte, no me lo olvide nunca”, expresó.
La Madre de Plaza de Mayo dijo que acercarse a la Mansión Seré en su momento, se trató de “un impulso desde las vísceras, que te hace que te metas ahí” y que son parte de “esas locuras que hicimos las Madres. Todas hemos hecho cosas que fue el impulso del amor, de la búsqueda desenfrenada para encontrarlos y encontrarlas”.
Por último destacó la presencia de la Casa por la Memoria y la Vida que además es el primer Centro Clandestino de Detención recuperado de América Latina. “Sirvió para la memoria y para hacer justicia en los juicios que siguieron, es muy importante lo que se hizo con ese espacio”, indicó.
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