Este miércoles 17 de mayo, las calles se teñirán de rojo. Será para visibilizar la violencia ginecobstétrica y neonatal. En Argentina, 9 de cada 10 partos sufren algún tipo de vulneración. Es la primera vez que mujeres y diversidades marchan en el marco de la semana del parto respetado. La convocatoria es a las 17 horas en la plaza del Congreso y en las plazas de todo el país.

“Que este tema ganara las calles era una deuda pendiente. Si bien la violencia ginecobstétrica viene formando parte de los diferentes feminismos no había habido hasta el momento una marcha con esta consigna”, señaló Florencia Molinas, Doula e integrante de Recordis Red.

En Argentina existe la Ley de Protección del Embarazo y del Recién Nacido n° 25.929. La norma, más conocida como ley de parto respetado, establece los derechos básicos que garantizan el respeto y la autonomía de las mujeres en relación con el embarazo, el trabajo de parto y el postparto.

“En cuanto a la violencia obstétrica en los hospitales, se desconoce el estado de situación que arroje datos concretos. Hasta hace muy poco no se podía denunciar o las denuncias que se hacían no llegaban a nada”, explicó Molina y agregó que actualmente la ley no se está cumpliendo por muchas razones, entre ellas la falta de información con perspectiva de género y las decisiones que se toman en torno a la salud de las mujeres y diversidades.

La violencia ginecobstétrica está tipificada en el artículo 6 de la Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. “Reconocer este tipo de violencia como violencia de género lleva todo un proceso. Estamos insertas en una sociedad que nos educa para considerar eso como ‘normal’. Es muy difícil ver que una ha sufrido violencia ginecobstétrica. Esa carga sigue estando sobre las mujeres y las personas gestantes”.

 

Casas de parto

Desde el 2020 se impulsa el proyecto de creación de Casas de Parto y Nacimiento. Se trata de una iniciativa para garantizar las condiciones de parto elegidas por las personas con capacidad de gestar. La propuesta, impulsada por la senadora Mónica Macha junto a la Red Argentina de Casas de Parto, busca promover la humanización del parto y nacimiento frente a la medicalización e intervención innecesaria y en muchos casos traumática. Además, pretende reducir la tasa de cesáreas innecesarias y erradicar la violencia obstétrica en todas sus expresiones.

En este marco, Florencia Molina, señala la necesidad de incorporar e institucionalizar la figura de la doula. El rol de la doula es acompañar diferentes momentos de la sexualidad.

“Somos mujeres que estamos al servicio de otras mujeres y de diversidades que deciden gestar o no. Acompañamos diferentes como menarquía, menstruación, gestación, parto, puerperio, crianza, duelos e interrupciones de embarazos”, explicó Molina y agregó que “es importante que estemos en el marco del sistema de salud porque funcionaríamos como un puente. Hay muy pocos casos de doulas que trabajan de manera institucionalizada. Aún hoy el rol de la doula queda en la periferia para quien pueda acceder a ella desde lo económico o desde el conocimiento de lo que es una doula”.