El fallo del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional de Morón n° 2, determinó el cese de actividades en Klaukol. Además, ordenó la intervención de la ACUMAR y  el Ministerio de Ambiente de la Provincia de Buenos   Aires. De acuerdo a la sentencia, los organismos deberán determinar, o no, la relación entre las patologías que padecen los habitantes del lugar y la actividad industrial de la cementera. También deberán mitigar la exposición del barrio al material particulado. Plomo, fósforo, mercurio, arsénico, son algunas de las sustancias altamente contaminantes a la que todo el barrio está expuesto: en el agua, en la tierra y en el aire

Durante casi 14 años las y los vecinos esperaron esta noticia. “Fue muy emocionante. Todos los sentimientos encontrados. Porque se podrían haber salvado vidas y se podría haber evitado que la gente ahora esté al borde de la muerte. Nosotros siempre supimos que acá pasaban cosas raras. No puede ser que en un mismo barrio todos mueran de cáncer, todos usemos los mismos remedios, tengamos las mismas dolencias, que haya gran cantidad de abortos espontáneos”. Susana Aranda es vecina del barrio “Las Mercedes”. Además, integra el colectivo “Vecinos autoconvocados contra Parex Klaukol”. Denunciar los padecimientos de enfermedades respiratorias, dermatológicas y cáncer por los desechos tóxicos que expulsa la empresa no fue sencillo. La propia Susana sufrió amenazas, agresiones e intimidaciones de todo tipo. En el 2016, dos hombres la interceptaron en la calle y la obligaron a ingerir pilas. “Me dieron a elegir entre plomo en el estómago o tragar baterías”, denunció en aquella ocasión. En ese tiempo, la mujer protagonizó junto a otros vecinos un acampe y huelga de hambre frente a la Municipalidad de La Matanza. Allí mismo también recibió amenazas

La decisión del juez Rodriguez contempla los informes presentados por ACUMAR que dan cuenta de ciertas patologías por parte de los habitantes del barrio y que, de acuerdo a la información recopilada en el expediente 52000658/2013, estarían vinculadas a la existencia de material particulado en el ambiente. Entre estos informes está el relevamiento que el organismo hizo en el 2014 a niños y niñas de entre 0 y 12 años. Allí se determinó que todos tenían 100 por ciento de plomo en sangre. “Ya te vuelvo a decir… El cigarrillo causa problemas de pulmón y te lo avisan en el paquete. Estos vinieron y habilitaron una empresa de categoría 3 en nuestro techo, en nuestro barrio, con total impunidad”, señaló Aranda y denunció connivencia política por parte del Municipio que conduce Fernando Espinoza. “Acá la señora Silvina Ambrosio, jefa de laboratorio de la OPS es la que le da el ok a Klaukol para que nos enferme y nos mate”. 

Según cuenta Susana, sus hijos y nietos hoy tienen cicatrices pulmonares por respirar el aire contaminado y lo explica. “Cicatriz pulmonar es espina de vidrio en tus pulmones que ahí entraron y ahí van a quedar hasta que te vayas de este planeta”. También aclara que el daño es irreversible. 

Klaukol en el barrio Las Mercedes

Parex Klaukol funciona las 24 horas sobre la calle Miravé al 10000. Para llegar a la puerta de la cementera hay que recorrer solo seis cuadras sobre la calle Siria desde la Ruta 3. De espalda al portón de entrada, están las once manzanas que conforman el barrio “Las Mercedes”.  La empresa propiedad del grupo suizo Sika, funciona allí desde el año 2000. Produce cemento, pastinas, adhesivos, hidrófugos y otros materiales de construcción. Los vecinos comenzaron a denunciar la contaminación de Klaukol en el 2009. Ese año, explotó una tolva de arena y el barrio se llenó de un denso polvo. Los propios vecinos se dieron cuenta que algo pasaba cuando la empresa les pidió el compromiso de no denunciar la contaminación a cambio de dinero y material de limpieza. Una de las primeras en empezar a investigar fue, justamente, Susana, que por ese entonces llevaba 43 años viviendo en el barrio. Lo que descubrió fue que ese polvo contenía sìlice, una sustancia cancerígena

 

La empresa está catalogada dentro de las llamadas de tercer categoría. De acuerdo a la ley provincial 11.459 de Radicación Industrial, se trata de aquellos establecimientos considerados peligrosos porque su funcionamiento es un riesgo para la seguridad, salubridad e higiene de la población. También porque ocasiona daños graves a los bienes y al ambiente.

Si bien ahora la justicia determinó suspender las actividades vinculadas a la recepción, acopio, manipulación y empleo de arenas, al momento de dialogar con Susana, la fábrica seguía produciendo. Así lo aseguró la mujer. “Ahora se siente el ruido y están cargando dos camiones de tolva. O sea, que la actividad no paró. La arena no la están acopiando pero tienen arena en depósito como para tirar para arriba. Ellos traían más de 100 camiones de arena por día, o sea materia prima tienen. La tolva está funcionando porque la fábrica está abierta, se ven obreros. No sale humo por la chimenea pero eso también es otra trampa Lo sacan para los costados al ras del piso. No les interesa la vida humana. Son asesinos a sabiendas”. Si bien esta decisión judicial viene a darle la razón a las y los vecinos, aún queda por saber cómo continúa la causa. Desde ACUMAR y OPDS tendrán cinco días para elevar los informes. 

 

La lucha sigue

Mientras tanto, los habitantes del barrio Las Mercedes continúan la organización y, en los próximos días, realizarán una asamblea. Además, iniciarán acciones civiles.  “Si nos quedamos, tienen que hacer una obra faraónica para sacar todo el vidrio molido que está acumulado en tres metros. Si Klaukol se va, se tiene que ir por contaminación. Ahí los daños y perjuicios lo tienen que pagar. Ahora viene un trabajo arduo, con muchas amenazas, con muchos problemas. Yo no le tengo miedo a la gente de Zika porque sé que ni viven acá. Le tengo más miedo a los punteros de Fernando Espinoza, porque son gente que está acostumbrada a someterte a palazos limpios”.