[Revista Güarnin! n° 120. Por Flor Cerchiara]
Con la fuerza del rock de Guillermina, canciones de más de 30 años vuelven a sonar. Sin permisos, insurrectos, como han de ser los gritos de denuncia social.
En un paso más, dentro los 17 años musicalmente recorridos, la banda oriunda de Haedo lanzó su sexto disco de estudio: Canción sin permiso. Un disco que nace de la actualidad, del presente, del cambio, de la bronca, de la identificación con el pasado y de canciones que vuelven a tener vigencia.
Letras de más de 30 años, con un fuerte compromiso social, de autores latinoamericanos como León Gieco, Silvio Rodríguez, Cuchi Leguizamón, Facundo Cabral, Maria E. Walsh, entre otros; constituyen siete de los nueve temas que tiene el nuevo disco. Las dos restantes son de propia autoría: “Poesía para sus mentiras” y “Que haremos II”.
¿Cómo fue la selección de autores y temas?
Elegimos cantautores latinoamericanos, con un claro mensaje de protesta, de esas épocas donde a través de la cultura el pueblo se manifestaba. Íbamos tirando temas, que expresen bronca, y a su vez tengan relación con todo lo que viene cantando la banda hace ya 17 años, que sigan el mensaje.
Hay un tema que no conocíamos nosotros, que Chory, lo escucho y lo trajo: “Hipocresía” de Rubén Blades, es increíble la letra de ese tema. No lo conoce casi nadie, es un son cubano con una letra muy rockera. Muy buen tema, que esta bueno que se conozca. Como “Juego que me regalo un 6 de Enero” de Silvio Rodriguez, también, los románticos de Silvio se conocen, pero el resto, mucha gente que no los conoce.
¿Cómo fue el proceso de adueñarse de los temas, de hacerlos propios a la identidad de Guillermina?
La única vez que habíamos hecho covers fue “Cantares” en el disco Samsara, y esta bueno versionar temas, potenciarlos. Nosotros creemos que en algunos casos, hay letras como “Para el pueblo” tienen una fuerza mayor a lo que es la canción, porque en nuestra versión es como que salta esa bronca. En la versión original de Piero era solo una guitarra criolla, que le faltaba, esa fuerza de la instrumentación. Fue sumarle a la fuerza que tiene la letra la fuerza de la música.
Cuando estábamos haciendo el disco no sabíamos muy bien cómo iba a quedar, pero, después, con el resultados estamos todos conformes.
Además de los 7 temas reversionados, el disco tiene dos temas de ustedes…
Si, “Poesía de sus mentiras” que se escribió especialmente para el disco, y “¿Qué haremos? II” que es la continuación del tema “¿Qué haremos?”, un tema del primer disco: “Guillermina” (2001) que habla de cómo se van cerrando las clases sociales, como se van aislando, tanto para un lado como para el otro, se va dividiendo la sociedad, lo que tienen los que no tienen. La letra lo dice muy explícitamente: van a construir muros y a abrir una ventana para tirarnos los huesos. Y este tema lo continuamos, contando un poco que pasó 17 años después, cómo seguimos parados.
Junto con los otros temas es un disco de catarsis para este momento. Cada uno hace lo que puede y desde donde puede, hay algunos que militan, nosotros lo hacemos a través de la música que es nuestra herramienta.